LA MISION

LA MISION

Siglo XVIII. En la jungla tropical que está por encima de las cataratas de Iguazú viven los indios guaraníes, un pueblo aun sin civilizar por las dificultades de acceso a su territorio.

Pese a ello llega hasta ellos un misionero jesuita dispuesto a evangelizarlos y que poco después es atado a una cruz con una corona de espinas y enviado por el río hasta despeñarse por la catarata.

El padre Gabriel, que le había encargado tal labor, decide asumirla personalmente, por lo que pese a las dificultades llega hasta las tierras habitadas por los guaraníes, donde gracias a la música de su oboe consigue ganarse su confianza.

Gracias a su tesón consigue aprender su idioma y consigue las primeras conversiones.

Pero de pronto, y de forma sorpresiva aparece en esas tierras un grupo de mercenarios, al mando de Rodrigo Mendoza, en busca de esclavos.

De regreso a Asunción, Rodrigo se entera de que Carlota, la mujer a la que ama está enamorada de su hermano Felipe, y tras sorprenderlos juntos se pelean y acaba con la vida de este.

Arrepentido por su acción, Mendoza se encierra en una de las misiones jesuitas durante seis meses, hasta que el padre Gabriel habla con él y le convence de que puede cambiar su vida y purgar sus pecados cumpliendo una gran penitencia: cargará con sus armas y las arrastrará hasta el pueblo donde el padre Gabriel está comenzando a construir la misión de San Carlos, que contribuirá a levantar, convirtiéndose finalmente en un jesuita más.

Entretanto llega al lugar el Cardenal Altamirano con una delicada misión: se le encarga la toma de una decisión que satisfaga por igual a los portugueses, los españoles, y la iglesia.

Un difícil equilibrio, ya que los primeros desean aumentar sus territorios, y ello no debe perjudicar a los españoles. Y esa satisfacción supondrá la tranquilidad para la iglesia.

Una cuestión que es aparentemente política, pero que va más allá, dado que si se traspasan las tierras a los portugueses, automáticamente quedará autorizada la esclavitud, permitida en dicho país.

Esto supondrá un beneficio para ambos países, ya que los portugueses podrán hacerse con las fértiles tierras que explotan las comunidades creadas por los misioneros y podrán además vender sus esclavos a los españoles.

Pero la decisión no será tras sencilla tras visitar las misiones y ver el espléndido trabajo realizado por los jesuitas, aunque no tendrá más remedio que optar por ceder las tierras a Portugal.

La decisión no es aceptada por los guaraníes, que no desean pasar a ser esclavos y deciden combatir contra los portugueses. Y todos los sacerdotes, excepto el padre Gabriel, para quien el voto de obediencia es el más sagrado de todos, deciden unirse a ellos.

Los conocimientos militares de Mendoza serán de gran importancia para sorprender a los soldados portugueses y robar algunas de sus armas, pese a lo cual, el gran despliegue de medios y soldados consigue arrasar la misión, muriendo los combatientes Mendoza y Fielding, pero también el padre Gabriel, pese a que su única oposición fue la celebración de una misa en la que los asesinos oyen los melodiosos cantos de los indios.

jueves, 3 de noviembre de 2016

COSMOVISION TIWANACO

COSMOVISIÓN DE TIWANACO
Desde la antigüedad todas las culturas del mundo han tenido que asumir una concepción del mundo, donde se explican la existencia del mundo y de sí mismo.
Los Incas tenían una manera propia de ver al mundo, una forma propia de dar respuestas a las interrogantes que el hombre se plantea. Es evidente que la concepción de los Incas, fue producto de un largo proceso de evolución del pensamiento que el hombre andino realizó desde los comienzos mismos del período formativo. Fue una concepción propia y diferente a la de los europeos, con lo cual enfocó y entendió su mundo y marcó su proceder, su conducta e imprimió su sello en las relaciones sociales que establecieron los hombres andinos.
Gracias a los relatos de los mitos andinos que fueron incorporados a las crónicas ha sido posible obtener una imagen de la cosmovisión incaica. En ellas tanto al espacio como el tiempo eran sagrados y tenían indudablemente una explicación mítica y una representación ritual. En relación al espacio presentan una concepción dualista.
Ya en la época Tiahuanacu, el concepto dual ya estaba muy arraigado en estas culturas, que seguramente la tomaron de otras culturas antiguas y la generalizaron a lo largo del territorio que dominaron. Para el hombre andino (y los Incas) el espacio horizontal también estaba dividido en dos partes. Cada una de ellas subdividida en otras dos, así, el mundo aparecía compuesto por tres planos.
Las fuerzas sobrenaturales de la naturaleza eran superiores a la fuerza física humana, los hombres no podían controlar los desastres naturales, y desconocían sus causas por tanto le temían.
Aparecieron en las tribus hombres capaces de conocer e interpretar estos sucesos naturales de la tierra, estudiaban los desastres naturales, las señales de los astros, las plantas medicinales buenas o dañinas para los humano y a explicar a sus semejantes del porqué de la vida, la muerte y los sucesos sobrenaturales, también se creía que estos sabios hombres podían controlar las fuerzas de la naturaleza, visitar el mundo de los espíritus o implorar vía
Ritos por la salvación de su tribu, ya que estos hombres generalmente ancianos conociendo la naturaleza se anticipaban a los desastres naturales logrando que su tribu sobreviva, incluso los hombres más fornidos y dedicados a la guerra, les temían pues estos ancianos sabios conocían los secretos de lo desconocido, Así empezaron a surgir lo que hoy se conoce como “chamanes” y así surge la cosmovisión, antecesora de la religión que viene a ser la vida social organizada de acuerdo a la cosmovisión.


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